La industria cinematográfica y el cine como arte (Nerea y Diana)
Hoy en día, formamos parte, más que nunca, de una sociedad que pide constantemente la creación de contenido audiovisual. Entre todo ese contenido se encuentra el cine y es aquí donde se presenta el dilema entre el cine para entretener y el cine verdaderamente artístico.
La industria cinemátográfica, está dentro de la llamada industria cultural. Esta última es un concepto que proviene del término alemán kulturindustrie, expuesto por Adorno y Horkheimer en su libro Dialéctica de la Ilustración. El centro de su estudio era la industria del entretenimiento, tal y como se entiende la industria cinematográfica. Esta industria tuvo su origen en EE.UU. y fue allí donde desarrolló su concepto más empresarial y productivo. Es importante destacar que, al contrario que en muchas otras formas de arte, en el cine son vitales las funciones de producción, distribución y exhibición, que determinan el sentido empresarial e industrial de la obra cinematográfica. Tras su nacimiento, en la proyección que hicieron los hermanos Lumière el 28 de diciembre de 1895, el cine se fue extendiendo en principio como un arte industrial al servicio mercantil, hasta que adquirió el estatus de producto cultural. Las compañías pioneras en crear una primera, aunque todavía débil industria cinematográfica, aparecieron a finales del S.XIX. Más tarde, con la influencia de la televisión que no solamente se dio en los directores, sino también en la nueva forma de explotar las películas de Hollywood para acrecentar su difusión, la industria volvió a reinventarse, creando una adaptación para cubrir las nuevas necesidades del público: las copias en vídeo. También surgieron las superproducciones, películas con elevados presupuestos y gran cantidad de efectos especiales para asombrar a un espectador que ya lo había visto todo, actores con un gran tirón en taquilla y temáticas repetitivas pero rentables que pretendían llegar a las masas para rentabilizar sus inversiones. Incluso hubo directores de otros países que iban a trabajar a Hollywood porque resultaban un filón para los espectadores, como sucedió con David Cronenberg, Stephen Frears, Ridley Scott y Milos Forman.
Por otro lado, el cine entendido como arte, es aquel que busca una reflexión por parte del espectador de lo que está viendo, tanto a nivel de técnica, como de ejecución y, de planteamiento… Además los temas tratados tienen un trasfondo social, económico y político. En definitiva, busca que el espectador se adentre en la historia desde un punto de vista intelectual más que sentimental. Una obra cinematográfica se compone de diversas influencias, tanto en su contenido como en su forma. Es una obra de arte que contiene en sí mismas muchas obras de arte. Por un lado se encuentra la literatura a modo de guión. La fotografía, al igual que la dirección artística son herederas de la pintura y el montaje podríamos compararlo con la arquitectura, en base, y con la escultura en el acabado de la materia. La música estápresente en la banda sonora. El espacio escénico teatral se encuentra representado por unos actores con unas pautas más técnicas. Todo permite conectar íntimamente con el espectador y transportarle a lugares conocidos o por conocer. Aquí, la creatividad está presente en cada parte del llamado séptimo arte. Los espectadores buscan la sencillez o la complejidad de un cine más humano, sin artificios, más creíble o más sensato con el que poder identificarse o encontrar su lado más creativo y artístico.
Es un hecho la existencia del debate sobre la brecha a la hora de entender el cine como arte. Esto se debe a que el cine realmente tiene elementos ajenos a aquellos que comparten las artes visuales reconocidas, así como las diferencias latentes a la hora de su materialización y exhibición. Además, con la llegada de la fotografía y el cinematógrafo, las otras artes visuales dejaron de lado su carácter narrativo, dando lugar a la llegada, entre otras cosas, de las vanguardias, que trataban de plasmar pensamientos y momentos concretos con un cierto trasfondo. El cine tiene una esencia narrativa innegable, y esto es una “traba” a la hora de ser reconocido al mismo nivel que otras disciplinas desde entonces. Sin embargo, el cine experimental o independiente, como ya hemos mencionado anteriormente, busca la reflexión del espectador y su inmersión intelectual por encima de la emocional, elemento que sí comparte con las otras artes visuales. El cine independiente sí es arte, porque además de su estructura narrativa, que busca una implicación por parte del espectador, tiene toda una técnica que aporta sentido y trasfondo al mensaje. No obstante, hay muchos intelectuales y especialistas en este campo que defienden que el cine es un arte más amplio que los demás, puesto que puede incluir todas las otras disciplinas en él sin perder su esencia y calidad técnica y artística, e incluso puede llegar a verse reforzado por ellas.
Para poder entender el cine independiente como arte no hay que perder de vista que toda pieza cinematográfica es artística, a pesar de su calidad, puesto que es una creación cultural con una autoría que implica una técnica y unas habilidades determinadas. Por lo tanto, una película va a ser arte, bien sea su objetivo el entretenimiento o no. No obstante, es cierto que el cine independiente es más representativo normalmente de esta parte “artística” de la disciplina. Esto se debe a que este tipo de cine dedica un mayor porcentaje de la pieza a la experimentación en las técnicas y principios que la componen, implicando de esta manera, una mayor atención, tanto por parte de quien lo crea como de quien lo consume, hacia estos aspectos; mientras que en una pieza dedicada al entretenimiento, la experimentación técnica es mucho menor, aunque se le pueda dar un diferentes grados de peso dentro de la película como apoyo narrativo. En definitiva, todo cine es artístico, pero el cine independiente comparte algo con la evolución del resto de artes visuales que lo convierten en un ámbito más representativo del tono artístico de la disciplina cinematográfica: la experimentación y su consecuente ruptura de reglas y técnicas aplicadas, normalmente, de manera convencional en el cine de entretenimiento.
Al hablar de cine independiente, hay que hablar de la gran incógnita sobre su futuro, puesto que este tipo de cine no siempre sale en cines, o no siempre llega a todas las zonas que quizá a sus creadores les gustaría. Por tanto, acaba recaudando menos que el cine de entretenimiento, y teniendo menos posibilidades de llegar a todo tipo de público, sino que solo llega a aquellas personas que se interesen y documenten de una manera más profunda. Esto también se ve influido por su presupuesto dedicado a la promoción, que también es reducido respecto al cine de entretenimiento, por los motivos expuestos antes. Todo esto quiere decir que hasta ahora el cine independiente siempre había estado a la sombra del cine de entretenimiento. Pero no hay que perder de vista la situación que estamos viviendo actualmente con la llegada del COVID-19, que está cambiando aún más las formas de consumo de productos culturales, y especialmente audiovisuales. El streaming es una realidad cada vez más latente para cualquier tipo de cine, pero las personas están empezando a darse cuenta de que no vale de nada la novedad por la novedad sin tener en cuenta la calidad. Por lo tanto, la gente está comenzando a consumir más productos culturales en streaming mientras se está revalorizando colectivamente lo referente a lo audiovisual. Esto significa que el cine independiente, más presente en plataformas como Filmin, está llegando a un mayor número de personas que antes de que comenzara el confinamiento, aunque este crecimiento repentino ha afectado a todas las plataformas de distribución online, como Netflix, HBO, etc.
De todo esto se saca una conclusión en claro, cada vez más personas consumen productos culturales en general, y audiovisuales en particular, en streaming, por lo que el hecho de ir al cine y pagar por una entrada empieza a considerarse como algo más antiguo y nostálgico. Ello implica que cada vez haya más cine que llegue al público sin llegar a pasar por la gran pantalla, lo cual también va a suponer de cara a futuro un gran ahorro en lo que respecta al porcentaje de presupuesto dedicado a la promoción, hecho que ya se está estudiando y analizando en grandes productoras y distribuidoras. Por lo tanto, en general todo tipo de cine se ha visto reforzado en los últimos años y más especialmente en esta etapa de cuarentena, pero con todo esto, el cine independiente ha conseguido alzarse y revalorizarse gracias al hecho de poder estar a la misma altura y tener el mismo alcance que el cine de entretenimiento.
La industria cinemátográfica, está dentro de la llamada industria cultural. Esta última es un concepto que proviene del término alemán kulturindustrie, expuesto por Adorno y Horkheimer en su libro Dialéctica de la Ilustración. El centro de su estudio era la industria del entretenimiento, tal y como se entiende la industria cinematográfica. Esta industria tuvo su origen en EE.UU. y fue allí donde desarrolló su concepto más empresarial y productivo. Es importante destacar que, al contrario que en muchas otras formas de arte, en el cine son vitales las funciones de producción, distribución y exhibición, que determinan el sentido empresarial e industrial de la obra cinematográfica. Tras su nacimiento, en la proyección que hicieron los hermanos Lumière el 28 de diciembre de 1895, el cine se fue extendiendo en principio como un arte industrial al servicio mercantil, hasta que adquirió el estatus de producto cultural. Las compañías pioneras en crear una primera, aunque todavía débil industria cinematográfica, aparecieron a finales del S.XIX. Más tarde, con la influencia de la televisión que no solamente se dio en los directores, sino también en la nueva forma de explotar las películas de Hollywood para acrecentar su difusión, la industria volvió a reinventarse, creando una adaptación para cubrir las nuevas necesidades del público: las copias en vídeo. También surgieron las superproducciones, películas con elevados presupuestos y gran cantidad de efectos especiales para asombrar a un espectador que ya lo había visto todo, actores con un gran tirón en taquilla y temáticas repetitivas pero rentables que pretendían llegar a las masas para rentabilizar sus inversiones. Incluso hubo directores de otros países que iban a trabajar a Hollywood porque resultaban un filón para los espectadores, como sucedió con David Cronenberg, Stephen Frears, Ridley Scott y Milos Forman.
El cartel de Hollywood en el Monte Lee, fotografiado en 2014.
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Es un hecho la existencia del debate sobre la brecha a la hora de entender el cine como arte. Esto se debe a que el cine realmente tiene elementos ajenos a aquellos que comparten las artes visuales reconocidas, así como las diferencias latentes a la hora de su materialización y exhibición. Además, con la llegada de la fotografía y el cinematógrafo, las otras artes visuales dejaron de lado su carácter narrativo, dando lugar a la llegada, entre otras cosas, de las vanguardias, que trataban de plasmar pensamientos y momentos concretos con un cierto trasfondo. El cine tiene una esencia narrativa innegable, y esto es una “traba” a la hora de ser reconocido al mismo nivel que otras disciplinas desde entonces. Sin embargo, el cine experimental o independiente, como ya hemos mencionado anteriormente, busca la reflexión del espectador y su inmersión intelectual por encima de la emocional, elemento que sí comparte con las otras artes visuales. El cine independiente sí es arte, porque además de su estructura narrativa, que busca una implicación por parte del espectador, tiene toda una técnica que aporta sentido y trasfondo al mensaje. No obstante, hay muchos intelectuales y especialistas en este campo que defienden que el cine es un arte más amplio que los demás, puesto que puede incluir todas las otras disciplinas en él sin perder su esencia y calidad técnica y artística, e incluso puede llegar a verse reforzado por ellas.
Para poder entender el cine independiente como arte no hay que perder de vista que toda pieza cinematográfica es artística, a pesar de su calidad, puesto que es una creación cultural con una autoría que implica una técnica y unas habilidades determinadas. Por lo tanto, una película va a ser arte, bien sea su objetivo el entretenimiento o no. No obstante, es cierto que el cine independiente es más representativo normalmente de esta parte “artística” de la disciplina. Esto se debe a que este tipo de cine dedica un mayor porcentaje de la pieza a la experimentación en las técnicas y principios que la componen, implicando de esta manera, una mayor atención, tanto por parte de quien lo crea como de quien lo consume, hacia estos aspectos; mientras que en una pieza dedicada al entretenimiento, la experimentación técnica es mucho menor, aunque se le pueda dar un diferentes grados de peso dentro de la película como apoyo narrativo. En definitiva, todo cine es artístico, pero el cine independiente comparte algo con la evolución del resto de artes visuales que lo convierten en un ámbito más representativo del tono artístico de la disciplina cinematográfica: la experimentación y su consecuente ruptura de reglas y técnicas aplicadas, normalmente, de manera convencional en el cine de entretenimiento.
Al hablar de cine independiente, hay que hablar de la gran incógnita sobre su futuro, puesto que este tipo de cine no siempre sale en cines, o no siempre llega a todas las zonas que quizá a sus creadores les gustaría. Por tanto, acaba recaudando menos que el cine de entretenimiento, y teniendo menos posibilidades de llegar a todo tipo de público, sino que solo llega a aquellas personas que se interesen y documenten de una manera más profunda. Esto también se ve influido por su presupuesto dedicado a la promoción, que también es reducido respecto al cine de entretenimiento, por los motivos expuestos antes. Todo esto quiere decir que hasta ahora el cine independiente siempre había estado a la sombra del cine de entretenimiento. Pero no hay que perder de vista la situación que estamos viviendo actualmente con la llegada del COVID-19, que está cambiando aún más las formas de consumo de productos culturales, y especialmente audiovisuales. El streaming es una realidad cada vez más latente para cualquier tipo de cine, pero las personas están empezando a darse cuenta de que no vale de nada la novedad por la novedad sin tener en cuenta la calidad. Por lo tanto, la gente está comenzando a consumir más productos culturales en streaming mientras se está revalorizando colectivamente lo referente a lo audiovisual. Esto significa que el cine independiente, más presente en plataformas como Filmin, está llegando a un mayor número de personas que antes de que comenzara el confinamiento, aunque este crecimiento repentino ha afectado a todas las plataformas de distribución online, como Netflix, HBO, etc.
De todo esto se saca una conclusión en claro, cada vez más personas consumen productos culturales en general, y audiovisuales en particular, en streaming, por lo que el hecho de ir al cine y pagar por una entrada empieza a considerarse como algo más antiguo y nostálgico. Ello implica que cada vez haya más cine que llegue al público sin llegar a pasar por la gran pantalla, lo cual también va a suponer de cara a futuro un gran ahorro en lo que respecta al porcentaje de presupuesto dedicado a la promoción, hecho que ya se está estudiando y analizando en grandes productoras y distribuidoras. Por lo tanto, en general todo tipo de cine se ha visto reforzado en los últimos años y más especialmente en esta etapa de cuarentena, pero con todo esto, el cine independiente ha conseguido alzarse y revalorizarse gracias al hecho de poder estar a la misma altura y tener el mismo alcance que el cine de entretenimiento.
Comentarios
http://www.lahuelladigital.com/el-cine-arte-o-industria/
https://cepia.artes.unc.edu.ar/2016/06/28/cine-arte-e-industria-un-poco-de-esas-cosas-en-las-que-no-se-piensa-cuando-se-piensa-en-el-cine/
http://webs.ucm.es/BUCM/revcul//e-learning-innova/124/art1798.pdf (con fontes para usar)
https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=515934
https://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/25463/industria-cine-arte-negocio.html
(son recursos que aparecen en google nas primeiras pantallas) É importante para argumentar a documentación e o contraste de fontes e usar esas fontes.